Daisha Pittman, de 23 años, se convirtió en madre de un niño y una niña, lo que llevó a su esposo a dar la vuelta en el camino.

Daisha Pittman, de 23 años, de la ciudad estadounidense de Calldwell (Ohio), estaba embarazada de gemelos. Temprano en la mañana del 5 de noviembre, experimentó fuertes contracciones. La mujer se arregló rápidamente y despertó a su esposo, Marcus Giffin, de 26 años.
La pareja hizo las maletas y le pidió a su nuera que recogiera a sus hijos mayores, Harley, de ocho años, y Billy, de cinco. Después de conducir 25 minutos hasta el hospital, Daisha sintió que ya estaba de parto. "Simplemente ya sucedió", dice con una sonrisa. Un momento después, nació Everett, quien pesó 2,8 kilogramos.
En ese momento, Marcus dijo que olvidó el camino al hospital, y Daisha durante el parto le explicó a dónde ir. Unos diez minutos después, la mujer dio a luz a Amelia, que pesó 2,3 kilogramos.
Marcus entró en pánico y le preguntó a su esposa: "¿Qué debo hacer con los niños?" Pittman tranquilizó a su esposo y le explicó que no necesitaba acelerar, porque los niños estaban sanos, vivos y llorando. Al llegar al hospital, Daisha le mostró a Marcus cómo conducir hasta la sala de emergencias.
Ambos bebés nacieron a término y no requirieron cuidados intensivos. Dos días después, Daisha, junto con Everett y Amelia, regresaron a casa. La mujer se siente muy feliz: “Yo no quería una cesárea, y no la necesitaba. Pero por supuesto, no esperaba dar a luz fuera del hospital.”
Daisha señala que ella y Marcus no quieren tener más hijos. Ya estoy cansada. Por fin tengo una niña. Cuatro hijos es suficiente. Tengo la suerte de tener también tres niños”, cita el portal TODAY.com a la joven madre.