Si el deseo de perder peso suprime todos los demás pensamientos, entonces está listo para el procedimiento más radical.
En el caso de los pacientes que quieren perder peso, el objeto de la estimulación es el hipotálamo, la zona del cerebro que controla nuestro deseo de comer. Con la ayuda de electrodos, se sugiere una sensación de saciedad a una persona. Actualmente se están realizando ensayos clínicos de este método en los Estados Unidos.
Todavía se necesita una cierta cantidad de coraje para optar por DBS. Después de todo, se perforarán pequeños agujeros en su cráneo, a través de los cuales se implantarán los electrodos. Los cables de ellos se extenderán por toda la superficie del cerebro y debajo de la piel, y estarán alimentados por una pequeña batería, fijada debajo de la clavícula.
Toda la operación se realiza bajo anestesia local, ya que los médicos necesitan saber que han colocado los electrodos en el lugar correcto y que el cerebro de la persona no está dañado. Durante la operación, se habla constantemente con los pacientes, comprobando sus reacciones.
"Existe el riesgo de muerte o accidente cerebrovascular durante este procedimiento", dijo el Dr. Donald Whiting, quien realiza la cirugía. - Pero este riesgo es insignificante. El riesgo de morir por un infarto o infarto es mucho mayor en pacientes con sobrepeso. La obesidad es extremadamente peligrosa para la salud.”