El psicólogo infantil le dirá qué hacer si el viaje de vacaciones ha terminado.

Consulta con la psicóloga infantil Natalya Barlozhetskaya.
Mi hijo de 10 años visitó un campamento infantil en la región de Moscú en el verano, descansó con su abuela en Anapa, se quedó con otra abuela en Palanga, luego toda la familia fue a la playa en Turquía y se sentó en el país. Ahora, estando en casa, se queja de que está aburrido y no tiene nada que hacer. La televisión y la computadora son las únicas cosas que le interesan.
En nuestra sociedad, los niños están acostumbrados a estar siempre entretenidos. La televisión, Internet, los juegos de ordenador y las películas no dan ni un minuto de descanso. Incluso en vacaciones, los niños se entretienen con monitores en campamentos infantiles, animadores en hoteles y padres en vacaciones. Parques acuáticos, camas elásticas, bananas, karts, máquinas tragamonedas infantiles llenan el descanso de niños y padres. Como resultado, el niño se acostumbra a esta celebración de la vida y percibe la insípida vida cotidiana como un castigo.
Tenemos que enfrentar la desafortunada verdad de que nuestros hijos se han vuelto algo dependientes. Han olvidado cómo caminar, jugar con amigos en la calle, no son aficionados a los deportes y no tienen pasatiempos, pero están constantemente esperando a que alguien los entretenga. Y esto es parte de la culpa de los padres.
¿Qué hacer?
Cuando planifique unas vacaciones, intente distribuir uniformemente el tiempo que pasa en el campamento, en la playa, en el campo, etc. Los cambios frecuentes en los lugares de vacaciones pueden afectar negativamente la salud del niño, porque cada vez que su cuerpo tiene que adaptarse a las nuevas condiciones, domésticas y sociales. En promedio, no se recomiendan más de tres mudanzas por verano para un niño en edad escolar.
1. Si están de vacaciones juntos, inicien pequeñas tradiciones y manténgalas en marcha. Digamos que puede organizar una hora tranquila después de la cena, un momento en que el niño y usted duermen o leen; ejercicio vespertino: una caminata conjunta tradicional, etc.
2. Enséñele a su hijo a jugar esos juegos que le son familiares desde la infancia. Jueguen juntos primero, luego planeen formas de hacer más y dígale a su hijo: "Voy a tomarme un descanso, llama a los niños y juega con ellos".
3. Haga una lista con su hijo de las cosas que puede hacer si se aburre.
4. Si su hijo le sigue molestando, dígale: "Sé que a veces yo también me aburro". Escuche atentamente al niño, pero no intente hacer nada usted mismo. Al final, entenderá que no tienes intención de hacer nada y encontrará algo que hacer.