¿Qué reglas se deben observar si aparece un animal en una casa donde hay un niño pequeño?

Se sabe que los niños que están acostumbrados a las mascotas desde una edad temprana tienen una psique más estable, son menos susceptibles a diversas enfermedades. Los niños aprenden la bondad de los animales. Por lo tanto, si decides tener una mascota, no dejes que el hecho de que haya un niño pequeño en la casa te detenga
Es importante observar dos reglas básicas: solo se puede llevar a la casa un animal sano y el niño no debe sufrir alergia a la lana. Si desea obtener una tortuga o un reptil exótico (por ejemplo, un camaleón, una iguana, etc.), primero debe dárselo al veterinario para verificar la presencia de clamidia y salmonelosis. Estas enfermedades son peligrosas para los niños.
Al principio, debe controlar cuidadosamente cómo el animal trata al niño y cómo el bebé trata a la mascota. Un niño pequeño, sin darse cuenta, puede lastimar a un animal que, al no entender lo que está sucediendo, puede morder o arañar en respuesta a esto. Por lo tanto, también se necesita control para evitar tales situaciones.
El niño debe explicar a quién va a recibir, decir que debe ser amado y respetado, no lastimarlo. Dígale que si un perro o gato recibe un trato incorrecto, puede lastimar al niño: morderlo o arañarlo. Y no porque sea mala, sino porque se está defendiendo. Explique que los animales necesitan ser atendidos: peinados, paseados, alimentados. Acostúmbrelos gradualmente: primero, deje que el bebé ponga un plato vacío para el perro, luego ponga comida en él (pero en ningún caso deje que tome la comida del animal), deje que acaricie a su mascota, pero no mientras come, pero después.
También hay situaciones inversas, cuando un niño nace en una casa con un animal adulto. En este caso, el animal puede reaccionar de manera inadecuada al bebé: desconfíe de esta nueva criatura desconocida y muestre celos elementales. Es necesario acostumbrar gradualmente a una mascota a un recién nacido. En los primeros días, debe mostrar al niño desde lejos, sin dejar que el animal se acerque a él. Después de unos días, puedes dejar que el animal olfatee al bebé, pero para que no pueda mostrar agresividad. Y solo después de un tiempo, cuando el animal se acostumbra a un nuevo miembro de la familia, puede dejarlo venir a la cuna, pero solo bajo la supervisión de los dueños. Por regla general, el dueño "siente" a su mascota, pero aun conociendo sus hábitos, a veces es imposible predecir reacciones inesperadas, incluso si hablamos de un perro que vive en tu casa desde hace muchos años.